• Camino Francés

    Camino Francés

    PUENTE LA REINA. Puente romano sobre el río Arga
  • Camino Francés

    Camino Francés

    LOGROÑO. Puente de Piedra sobre el río Ebro
  • Camino Frances

    Camino Frances

    SANTO DOMINGO DE LA CALZADA. Bóveda de crucero de la Catedral
  • Camino Francés

    Camino Francés

    BURGOS. Rosetón de estilo cisterciense de la Catedral
  • Camino Francés

    Camino Francés

    FRÓMISTA. Iglesia de San Martín de Tours
  • Camino Francés

    Camino Francés

    SAHAGÚN DE CAMPOS. Iglesia de San Lorenzo
  • Camino Francés

    Camino Francés

    LEÓN. Fachada occidental de la Catedral
  • Camino Francés

    Camino Francés

    HOSPITAL DE ÓRBIGO. Puente del Paso Honroso
  • Camino Francés

    Camino Francés

    O CEBREIRO. Palloza, construcción típica gallega
  • Camino Francés

    Camino Francés

    PORTOMARÍN. Vista panorámica de la villa
  • Camino Francés

    Camino Francés

    Furelos. Puente medieval
  • Camino Francés

    Camino Francés

    SANTIAGO DE COMPOSTELA. Pórtico de la Gloria de la Catedral

Alcaldía del lugar de Ázqueta

Alcaldía del lugar de Ázqueta

0.0/5 Rating (0 votos)

Durante muchos años Pablito sellaba las credenciales con este sello cedido por la Alcaldía de Azqueta hasta que un peregrino (Alfonso Biescas) que se paró a hablar con él le propuso diseñarle un sello propio. A continuación se relata cómo ocurrió en un extracto del diario de Alfonso.
Nota de Alfonso Biescas:16.03.00. Azqueta.
Subo el repecho de entrada al pueblo y me siento junto a la iglesia. No voy cansado pero a veces me gusta parar y saborear lo que de Camino he hecho. Se me acerca un hombre amable y cariñoso. Me pregunta cómo voy. Le respondo y hablando con él descubro que es Pablito, el famosísimo personaje del Camino que regala bordones de avellano a quien se lo pide. Al llegar Txemari, nos hace pasar a su casa a tomar un café, el mejor regalo que nos podía ofrecer. Mientras lo prepara, Txemari se lía con un cuadro de carlistas que ve en la pared. Dice que son no sé qué y a partir de ahí entablan una entretenidísima conversación sobre el tema. Txemari, no se sabe de dónde, saca el sello del Cura de Santa Cruz y nos lo estampa a cada uno en nuestros cuadernos, el suyo de cuentas, el mío de viaje. Saca Pablito su sello y nos lo pone en nuestras credenciales. Como yo no tengo sello que poner, le prometo al dueño de la casa que le voy a diseñar y hacer uno porque el que usa es lo más tosco que por la Ruta corre. Me da los datos, los apunto y nos despedimos con un Buen Camino, que se nos ha ido la mañana en amable charla.