
Real iglesia parroquial de Santiago y San Juan
En 1810 José Bonaparte ordenó derribar todas las edificaciones frente a la fachada oriental del Palacio Real de Madrid, para abrir una gran plaza que se conocería a partir de entonces como la Plaza de Oriente. Entre lo que desapareció figuraban dos de las iglesias más antiguas de Madrid, San Juan Bautista (que estaba ubicada en la Plaza de Ramales) y Santiago, construida de nuevo esta última por Juan Antonio Cuervo durante el reinado de Bonaparte.