
Albergue de peregrinos de Portomarín
Del exterior de la iglesia destaca su aspecto de fortaleza, justificado por su situación estratégica junto al río Miño y por estar destinado a ser castillo de la Orden de San Juan al mismo tiempo que su iglesia. Así, presenta una torre en cada uno de los ángulos de la nave, comunicadas entre sí mediante un paseo de ronda que circunda el perímetro de la nave y que, al igual que las torres, lleva un remate almenado.