
Albergue de peregrinos San Lázaro
Los motivos para emprender la peregrinación son numerosísimos. El Papa Calixto II, en 1122, en medio de la difusión de las reformas gregorianas, instituyó el Año Santo cada vez que la festividad de Santiago, el 25 de julio, cayese en domingo. En 1179 la bula del Papa Alejandro III otorgó la indulgencia plenaria a quien peregrinase en tales fechas: la visita de una tumba apostólica, que de por sí habría bastado para movilizar a los fieles, estaba ahora recompensada con la promesa de la salvación.