Oficina del Peregrino Campus Stellae
A partir del siglo XVI, cuando es perceptible la irremediable decadencia de las peregrinaciones, los arzobispos compostelanos dejarán en segundo plano la mirada hacia el exterior. Buscan ahora una ciudad vestida con las mejores galas barrocas aprovechando los fondos que todavía recibe la catedral del Voto de Santiago y otras donaciones. Los sucesivos prelados, algunos muy destacados, parecen conformarse con resistir e influir en la distancia ante la Monarquía para que al menos se garantice la identidad santiaguista española y los cada vez más mermados privilegios que suponía. Surgen así nuevos ritos, como la Ofrenda al apóstol Santiago, realizada cada año por la Corona, con más indiferencia que ganas, en el santuario compostelano.