Walter y Flan. La soledad compartida
Cuando nos quedaban unos 3 o 4 kilómetros para llegar a O Pedrouzo, nos encontramos a un lado del camino a un chico con su perro, charlando con una chica alemana muy agradable y en frente justo al otro lado una manta con unos cuantos libros. ¿Os imagináis que es lo primero que hizo el enano, no? Lanzarse a jugar y a acariciar al perrete y aprovechando el momento nos pusimos a charlar con el chico. Su nombre es Walter, autor del libro que tenía sobre la manta y amo de Flan su hermoso y amoroso perro. Mario y yo le compramos un ejemplar cada uno de “la soledad compartida” y que justamente ayer terminé de leer, 482 páginas llenas de vida peregrina compartida junto a flanuco, junto a su ángel brillante, junto a todos los peregrinos del camino y junto a él mismo.