
Albergue del Monasterio de Samos
Después de seguir un tramo de camino atrincherado y pasar debajo de la carretera Samos-Triacastela, el peregrino, seguirá metido entre montañas pero con un horizonte más amplio. Pronto el viajero se verá sorprendido ya que después del modernismo del colegio, pasando Vila de Tres totalmente desapercibido, se encontrará con la gran mole del convento benedictino cuya superficie alguien dijo que ocupaba muy cerca de la hectárea. También aquí, a muy corta distancia del ciprés y capilla mozárabe que cantó ramón Cabanillas, sobre el asentamiento monacal, dijo el ilustre Benito Jerónimo Feijoo, quien ingresó en el convento de Samos a los 14 años, "Tan recogido, tan estrecho, tan espultado está este monasterio entre cuatro elevados montes que por todas partes no solo le cierran, más le oprimen que solo es visto de las estrellas cuando las logra verticales.